Los vapeadores o cigarrillos electrónicos se han convertido en una de las formas más eficientes de dejar el tabaco. Sin embargo, aún existen una gran cantidad de preguntas alrededor de ellos, por lo cual siempre es bueno averiguar antes de dar el salto a este tipo de tecnología.
Si eres una persona que fuma, es crucial que te des cuenta que este es un hábito dañino para ti y para quienes se encuentran cerca tuyo. El vapeo, en este sentido, te puede ayudar a dejar atrás viejos y perjudiciales hábitos. No obstante, siempre es bueno tener a la mano toda la información al respecto y tomar una decisión informada. Aquí te diremos todo lo que debes saber sobre los cigarrillos electrónicos y cómo afectan en el diario vivir.
¿Qué es el cigarrillo electrónico?
Son dispositivos que utilizan una resistencia y batería de pequeño tamaño para calentar y vaporizar una solución liquida, imitando al menos gestualmente el hábito de fumar. Este vapor puede liberar nicotina o incluir solamente aromatizantes y otras sustancias como propilenglicol y glicerina. Cuando el sujeto vaporea, se activa la batería, que calienta la solución líquida y la convierte en vapor, que pasa a ser inhalada.
Al no producirse combustión, no se produce monóxido de carbono. En los líquidos se han encontrado nitrosaminas, formaldehido, acetaldehído y metales pesados, aunque en cantidad menor que en el cigarrillo convencional.
¿Es seguro?
La exposición a propilenglicol puede causar irritación ocular y respiratoria. Existen escasos estudios sobre los efectos biológicos de la exposición al cigarrillo electrónico. Los efectos a largo plazo se desconocen. En cualquier caso, lo que no se puede negar es que la nicotina es una potente sustancia psicoactiva de gran capacidad adictiva, además de un potencial tóxico cardiovascular, con propiedades simpaticomiméticas. A estos efectos, son especialmente susceptibles las personas con enfermedad coronaria establecida.
¿Constituye una amenaza para la salud pública?
El consumo del cigarrillo electrónico ha supuesto un fenómeno que se ha extendido enormemente primero por Estados Unidos y luego Europa, Japón y otras partes del mundo. Hay un intenso debate entre quienes consideran que puede ayudar a dejar de fumar y tiene menos riesgos para la salud y quienes temen que el consumo de nicotina líquida a través de los cigarrillos electrónicos pueda volver a normalizar socialmente el fumar o incluso ser el primer escalón para el consumo de tabaco.
Esta renormalización puede ser especialmente dañina entre los jóvenes, principal foco de mercado del cigarrillo electrónico, y representa la principal amenaza en el ámbito de la prevención y el control del tabaquismo.
¿Puede ser una ayuda para dejar de fumar o reducir el riesgo del fumador?
La eficacia del cigarrillo electrónico para dejar de fumar se usa en muchas campañas publicitarias que pretenden aumentar su venta, pero no existe evidencia sólida que lo sustente. Para apoyar el uso del cigarrillo electrónico como herramienta eficaz y segura para dejar de fumar, es necesario evidencia científica sólida, de la que de momento se carece.