Uno de los mayores miedos de las empresas que hace email marketing es acabar en la lista de spam de sus destinatarios. Queremos que los usuarios nos quieran, que se aseguren de que nuestros emails lleguen a su bandeja principal y que nos abran sin falta.
Sin embargo, eso no siempre resulta tan sencillo como parece. Detrás de nuestras acciones debe haber una buena estrategia que cimente todo y de paso a resultados óptimos. Pero ¿hasta qué punto ocurre esto y cómo podemos conseguirlo?
Asegúrate de que el formulario para suscribirse a tus newsletters está en un lugar visible, es fácil de encontrar y se puede completar rápidamente. Si quieres garantizar los máximos resultados, incluye enlaces para registrarse en todas las páginas de tu web. De lo contrario, será muy sencillo que tus emails terminen en el bote de la basura y tus futuras campañas sean catalogadas como spam.
Una estrategia muy común es ofrecer a los usuarios un descuento, un regalo o un contenido gratis a cambio de suscribirse. Pero además de este motivador inicial, también te interesa mostrar a los usuarios que los contenidos de la newsletter merecen la pena de por sí. Para ello, adelántate a sus dudas y explícales por qué deberían suscribirse.
También puede ser buena idea incluir un factor de validación social con un contador que muestre el número de personas que ya se han suscrito. Así de sencillo, con leves incentivos, tendrás una campaña de email efectiva y que beneficiará a ambas partes.
Todos conocemos los casos catastróficos de empresas que anuncian cunas a personas sin hijos o Viagra a mujeres. ¡No seas una de ellas! Crea una base de datos bien segmentada y envíale a cada usuario solo lo que más puede interesarle. El esfuerzo es mayor, pero la tasa de éxitos también.
El clickbait nunca ha funcionado, y menos en lo que se refiere al asunto de tus emails. Si engañas al usuario sobre su contenido, puede que haga clic una vez… pero te aseguramos que será la última. Ser transparente merece la pena a largo plazo.
Los emails pasivo-agresivos, maleducados, sarcásticos… son la manera más rápida de ganarse enemigos en email marketing. A veces se intenta recurrir a este tipo de soluciones con un tono “humorístico”, pero es muy difícil dar en el punto justo para no causar malestar. Así que mi recomendación sin duda es que apuestes por lo positivo.
Y por último, la norma anti spam más importante: no abuses de la paciencia de tus suscriptores. Sí, seguro que a ti te parece que todos los emails que quieres mandar son interesantes y relevantes… pero si te pasas de la raya, el usuario se dará de baja o te condenará a su buzón de spam para siempre. Apuesta por pocas comunicaciones, concisas y de calidad.
Email marketing: cómo no convertirse en spam
Uno de los mayores miedos de las empresas que hace email marketing es acabar en la lista de spam de sus destinatarios. Queremos que los usuarios nos quieran, que se aseguren de que nuestros emails lleguen a su bandeja principal y que nos abran sin falta.
Sin embargo, eso no siempre resulta tan sencillo como parece. Detrás de nuestras acciones debe haber una buena estrategia que cimente todo y de paso a resultados óptimos. Pero ¿hasta qué punto ocurre esto y cómo podemos conseguirlo?
Asegúrate de que el formulario para suscribirse a tus newsletters está en un lugar visible, es fácil de encontrar y se puede completar rápidamente. Si quieres garantizar los máximos resultados, incluye enlaces para registrarse en todas las páginas de tu web. De lo contrario, será muy sencillo que tus emails terminen en el bote de la basura y tus futuras campañas sean catalogadas como spam.
Una estrategia muy común es ofrecer a los usuarios un descuento, un regalo o un contenido gratis a cambio de suscribirse. Pero además de este motivador inicial, también te interesa mostrar a los usuarios que los contenidos de la newsletter merecen la pena de por sí. Para ello, adelántate a sus dudas y explícales por qué deberían suscribirse.
También puede ser buena idea incluir un factor de validación social con un contador que muestre el número de personas que ya se han suscrito. Así de sencillo, con leves incentivos, tendrás una campaña de email efectiva y que beneficiará a ambas partes.
Todos conocemos los casos catastróficos de empresas que anuncian cunas a personas sin hijos o Viagra a mujeres. ¡No seas una de ellas! Crea una base de datos bien segmentada y envíale a cada usuario solo lo que más puede interesarle. El esfuerzo es mayor, pero la tasa de éxitos también.
El clickbait nunca ha funcionado, y menos en lo que se refiere al asunto de tus emails. Si engañas al usuario sobre su contenido, puede que haga clic una vez… pero te aseguramos que será la última. Ser transparente merece la pena a largo plazo.
Los emails pasivo-agresivos, maleducados, sarcásticos… son la manera más rápida de ganarse enemigos en email marketing. A veces se intenta recurrir a este tipo de soluciones con un tono “humorístico”, pero es muy difícil dar en el punto justo para no causar malestar. Así que mi recomendación sin duda es que apuestes por lo positivo.
Y por último, la norma anti spam más importante: no abuses de la paciencia de tus suscriptores. Sí, seguro que a ti te parece que todos los emails que quieres mandar son interesantes y relevantes… pero si te pasas de la raya, el usuario se dará de baja o te condenará a su buzón de spam para siempre. Apuesta por pocas comunicaciones, concisas y de calidad.
Esta entrada ha sido publicada el 29/04/2021 10:30