Según Albert Einstein en su teoría de la relatividad general, la luz viaja a la increíble velocidad constante de 299.792.458 metros por segundo. Incluso los astrónomos luego de analizar la velocidad de rotación de 5 agujeros negros supermasivos, concluyeron que estos apenas lograban una velocidad equivalente al 70% de la luz. Aunque el físico teórico Jim Al Khalili ha propuesto que de existir otros universos, en algunos de ellos cabría la probabilidad de que la velocidad máxima sea diferente.
Se comportan como si se tratasen de olas del mar que se propagan en todas direcciones, y esto se puede observar en fenómenos como la refracción, pero como son partículas también pueden interactuar con la materia e incluso transferir energía en cualquiera de las formas de la radiación electromagnética, incluyendo a los rayos gamma, los rayos X, la luz ultravioleta, la luz visible, la luz infrarroja, las microondas y las ondas de radio.
Un fotón tarda alrededor de 1 millón de años en salir del núcleo del sol hasta su superficie, pero solo tarda 8 minutos en llegar desde ese punto a las superficie de la tierra. Una vez inicia su viaje desde el núcleo, el fotón se cruza en su camino con cualquier cantidad de electrones, y cuando se encuentran muy cerca, el fotón sufre una dispersión aleatoria que lo envía a cualquier dirección posible. Teniendo en cuenta la cantidad de electrones libres que hay en el sol, un fotón puede desviarse millones de veces antes de llegar a su objetivo: la superficie del sol.
Albert Einstein ganó su primer premio Nobel de física por el efecto foto-eléctrico, base de la generación fotovoltaica. En 1905 Einstein pudo explicar el efecto fotoeléctrico. Él suponía que la radiación electromagnética está formada de paquetes de energía, y que dicha energía depende de la frecuencia de la luz. Sin embargo, hasta 1922 se anunció que el premio Nobel de Física de 1921 sería otorgado a Einstein.
Si se pudiera capturar toda la energía solar que impacta la tierra durante una hora, se podría alimentar el total del consumo energético del planeta durante un año. Así es, no solo es una fuente de energía limpia, también tiene la capacidad para cubrir ampliamente nuestras necesidades energéticas, por lo cual el poder capturarla de manera efectiva puede ser una de las maneras más directas de superar la crisis energética y ecológica en la que vivimos actualmente.
La energía solar que se convierte en energía eléctrica a través de un panel solar fotovoltaico es normalmente de entre el 15% y el 18%. Sin embargo, hay paneles con eficiencias del 46% y se utilizan en Naves o Satélites de la Nasa. Sin embargo, esto no significa que en un futuro no sean las empresas quienes hagan uso de tecnología con semejante eficiencia o incluso mayor.
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Esta entrada ha sido publicada el 15/02/2021 11:30