La Meditación del Perdón es muy poderosa, y la puedes practicar aún si nunca has meditado. No solo aprenderás cómo perdonar a una persona (incluyéndote a ti), sino que sabrás exactamente cuando lo consigas. Entonces podrás pasar a otra persona y así sucesivamente, hasta que hayas dejado ir, de una vez y por todas, ese pasado doloroso que te impide seguir adelante.
Busca un lugar tranquilo durante el cuál nadie te pueda molestar durante unos 30 minutos al día (en realidad, puedes empezar con 5 minutos, y luego subir a 10, 15 y así sucesivamente hasta llegar a los 30, que es el mínimo recomendado).
Puedes sentarte en el piso o en una silla: el único requisito es que tu espalda esté recta (pero sin tensión), sin apoyarse a ningún lugar, para que así la sangre circule bien y no tes desconcentres o te entre sueño (por esto último, no te aconsejo que la hagas acostado).
Siéntate cómodo con la espalda derecha (pero sin tensión) en el lugar de elegiste. Deja atrás las preocupaciones y relájate. Haz como si estuvieras disfrutando la vista desde un banco de un parque.
Di por dentro “Me perdono por no entender” con un sincero deseo de perdonarte. “No entender” significa que en el pasado actuaste negativamente contigo o con alguien más. Actuaste con ira, con dolor, etc., y eso te causó remordimiento. Dilo con esta idea en mente, y permanece sintiendo la intención de perdonar.
Nota cualquier tensión en tu cuerpo (sobre todo cabeza y rostro), relájala y sonríe. Entonces observa todo lo que sucede en tu mente por unos segundos, y vuelve a decir la frase. Hazlo una y otra vez, repitiendo el proceso. No te impacientes: puede tardar un tiempo en funcionar.
Si surge un sentimiento o recuerdo negativo, perdónalo diciendo algo “perdono este malestar” o “perdono que esto haya sucedido”. Entonces nota la tensión, relájala, sonríe y vuelve a decir la frase. Hazlo siempre con sinceridad, y con una sonrisa en tus labios (¡esta es una meditación sonriente!).
Ante cualquier distracción (ansiedad, picazón, un pensamiento que te llevó a tus preocupaciones diarias, una música en tu cabeza, etc.), deja ir esa distracción, relaja la tensión provocada por la distracción, sonríe y repite la frase. No importa si lo haces muchas veces, pues esta parte es la más importante del entrenamiento.
Tarde o temprano, aparecerá alguien más en tu mente. Puede ser alguien que te hizo daño, te habló mal, etc. Cuando aparezca, sigues los pasos anteriores pero con esa persona. Si pensarás algo como “esta persona no merece mi perdón”, trata ese pensamiento como una distracción más siguiendo el paso 5.
Cuando sientas que has perdonado a esa persona, o veas que en tu mente te sonríe y te perdona, es que realmente la lograste perdonar. Esto puede ocurrir en la primera meditación, o tardar unos días, semanas, etc. ¡Pero no desistas! Tarde o temprano sabrás cómo perdonar. Cuando lo hagas, repite el proceso desde el principio (perdonándote a ti mismo), y así sucesivamente.
A lo largo del proceso, puedes cambiar la frase “Me perdono por no entender” cuando ya no dé resultado. Utiliza frases que tengan un significado para ti y te faciliten perdonar. Algunas ideas para que te inspires pueden ser: “Me perdono por no ser perfecto”, “Me perdono por ser tan duro conmigo mismo y con los demás”, etc. Lo importante es que lo sientas sinceramente.
Con estos pasos, llegará un momento en que no tendrás a nadie que perdonar (incluyéndote a ti mismo), y te habrás librado finalmente del pasado. Pero además habrás desarrollado una enorme capacidad de perdonar que te protegerá a partir de entonces con todo lo que te suceda.
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Esta entrada ha sido publicada el 25/01/2020 00:15